LA VERDAD

Este sitio es acerca la teología reformada tal como fue enseñada por los grandes e influyentes reformadores del siglo 16. El trabajo de ellos cambió la forma de ver el Cristianismo en términos de teología y liturgia. Fueron ellos que viendo la corrupción en la existente iglesia Católica desearon reformarla de acuerdo a Escritura, trayendo consigo la mas grande revolución religiosa y social que la historia de la iglesia haya sido testigo. Su legado sigue hoy en este siglo, y su influencia cambió Europa y dio nacimiento a los Estados Unidos de América.

lunes, noviembre 09, 2015

LA REFORMA Y LAS MARCAS DE LA VERDADERA IGLESIA: "VISIBLE" E "INVISIBLE."


En el pensamiento de los Reformadores, Luteranos y Reformados por igual, hay una conciencia viva del doble aspecto de la iglesia como la sociedad invisible o santa y espiritual de los verdaderamente fieles, y la organización visible o terrenal e imperfecta de los cristianos profesos. Ya en la Primera Disputa de Zurich (1523) el Reformador Zwinglio estableció la "Iglesia de los pontífices" en contraste con la verdadera iglesia, "la novia inmaculada de Jesucristo gobernada y refrescada por el Espíritu de Dios." (Huldreich Zwingli, Vol. I, 538).  Bullinger en sus Décadas (1549- 1551) distingue claramente entre la "Iglesia hacia el interior e invisible", que profesamos en el Credo y la "iglesia visible y hacia afuera", que es "conocida hacia fuera por los hombres como una iglesia, por el oír la palabra de Dios y la participación de sus sacramentos, y de la pública confesión de su fe." (H. Bullinger, Decades, ed. Parker society, Cambridge 1852, vol. IV, 17. On Bullinger’s ecclesiology, see Peter Opitz, Heinrich Bullinger als Theologe. Eine Studien zu den “Dekaden”, Zürich 2004, 417-461).

Al igual que los otros Reformadores, Calvino nunca relajó la tensión entre la iglesia visible e invisible, pero acosado por un catolicismo renaciente y un Anabaptismo proliferante y agresivo, él puso más énfasis en la iglesia como una institución externa reconocible como verdadera por ciertas marcas distintivas. Él mantuvo los dos polos entre sí, con frecuencia en la misma frase, pero volvió su atención cada vez más a la iglesia visible y afirmó la necesidad de la comunión con ella: "Así como debemos creer, pues, que la antigua iglesia, invisible para nosotros, es visible solo a los ojos de Dios, por lo que se nos manda a reverenciar y tener comunión con esta última, la iglesia visible " (Inst. IV.1.7).

A pesar de que, por definición, es imperfecta y contiene numerosos hipócritas, Calvino subraya con insistencia la pecaminosidad del cisma: "Pues el Señor estima la comunión de su iglesia tan altamente que cuenta como un traidor y apóstata del cristianismo a cualquiera que arrogantemente deja cualquier sociedad cristiana, siempre y cuando que aprecie el verdadero ministerio de la Palabra y los sacramentos. "(Inst. IV. 1.10).

Calvino escribe acerca de la verdadera iglesia citando el artículo 7 de la Confesión de Augsburgo, “De esto la cara de la Iglesia se revela y se hace visible a nosotros, “en donde vemos la Palabra de Dios puramente predicada y escuchada, y los sacramentos debidamente administrados de acuerdo a la Institución de Cristo (Ef. 2:20), allí sin duda existe una iglesia de Dios. Pues su promesa no puede fallar, “Donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, allí yo estoy en el medio de ellos.” (Mat. 18:20).

Calvino tambien agrega que la iglesia es universal (católica), es decir una multitud reunida de todas las naciones, la cual esta dividida y separada en diferente lugares, dispersada en pueblos, villas, de acuerdo a las necesidades de los humanos, la cual cada una tiene por derecho el nombre de "iglesia."

Calvino termina enfatizando las "marcas" que hace a una iglesia una verdadera iglesia, "Si tiene el ministerio de la Palabra y la honra, si tiene la administración de los sacramentos, ella merece sin duda ser tenida y considerada una iglesia." (Inst. IV.1.9).

Caesar Arevalo.

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