La historia nos enseña que al igual que hoy, también Calvino vivió una masacre en Francia, aunque no en carne propia. Los últimos ataques terroristas Islámicos en Francia, y el derramamiento
de sangre es uno mas en la larga lista de masacres en la nación Francesa perpetrados por Musulmanes. El Reformador
Juan Calvino experimentó algo similar en su tiempo y aunque los Musulmanes no estuvieron envueltos, él se encontró en una situación muy difícil al ver como
los hermanos Reformados en Francia eran perseguidos y masacrados por su fe.
¿Cómo reaccionó Calvino? En el siguiente sermón, vemos una faceta de Calvino que muchos no conocen, el Calvino como pastor, dolido por los sufrimientos de las víctimas, con gran peso en su corazón, y lleno de compasión por la Iglesia sufriente. Hay muchas enseñanzas que uno puede aprender.
¿Cómo reaccionó Calvino? En el siguiente sermón, vemos una faceta de Calvino que muchos no conocen, el Calvino como pastor, dolido por los sufrimientos de las víctimas, con gran peso en su corazón, y lleno de compasión por la Iglesia sufriente. Hay muchas enseñanzas que uno puede aprender.
En Mayo 23, 1562, Calvino empezó una serie de sermones en Ginebra basado
en 2 Samuel. Calvino predicó 87 sermones
de este libro desde 1562 hasta 1563. El
contexto histórico es importante para entender el pasaje citado abajo.
En Marzo 1 de 1562 en la ciudad de Vassey las tropas de la casa de Guise
masacraron a creyentes Hugonotes, Calvinistas Franceses, cuando estaban adorando
en una casa privada matando a 30 de estos, esta masacre causó lo que se conoce como la “Masacre de Wassy.” Para Abril del mismo año, la situación
empeoró de tal modo que una serie de masacres sacudió esa parte de Francia. Esto
originó lo que se conoce como "Las Guerras de Religion Francesa" (1562-1598)
En Julio del mismo año, los Hugonotes fueron declarados ilegítimos por la corona y expuestos a ser asesinados
sin impunidad.
El siguiente extracto es de su sermón basado en 2 Samuel 1:21-27 predicado el 2 de Junio de 1562
“Podemos ver como Dios esta afligiendo al mundo hoy. Aun la gente que
son extraños a nosotros se relacionan con nosotros, porque todos somos hechos a
la imagen de Dios, y tenemos una naturaleza común la cual debería ser un enlace
de amor y hermandad. Además, hay un unión más cercana entre nosotros mismos y
el sufrimiento de los creyentes quienes están esparcidos aquí y allá en sus
iglesias los cuales Dios ha castigado en cada lado.
En realidad, vemos problemas en todos los lados; vemos incendios
quemando, escuchamos que los cuellos de pobres inocentes personas han sido
cortados; que ellos han sido sujetos a la burla y menosprecio, y que ellos están
siendo llevados a ser masacrados.
Vemos que los enemigos de la verdad están listos a aniquilar todo, y no sabemos lo que Dios está deseando hacer. Sin embargo, vemos como su espada es desenvainada; el fuego, como he dicho, esta prendido y no sabemos hasta donde irá.
Vemos que los enemigos de la verdad están listos a aniquilar todo, y no sabemos lo que Dios está deseando hacer. Sin embargo, vemos como su espada es desenvainada; el fuego, como he dicho, esta prendido y no sabemos hasta donde irá.
Permitámonos a nosotros mismos ser genuinamente tocados con lamento,
con ansiedad y dolor para que no seamos descuidados, endurecidos, o sin
sentimientos sobre lo que nuestros pobres hermanos están experimentando. Más bien,
tengamos la clase de compasión hacia ellos los cuales son miembros del mismo
cuerpo (la iglesia) y nos debemos unos a otros. Por otro lado, no demos lugar a
la desesperación, como aquellos que están muy tristes y llenos de lamentación que
se niegan a ser consolados en Dios. Más bien, confesemos nuestros pecados,
sabiendo que nuestro salvador no ha cesado de derramar sus bendiciones sobre
nosotros, aun cuando hayamos pecado. Y así, en medio de nuestras tristezas,
reconozcamos todas nuestras ofensas para que él pueda mostrarse asimismo misericordioso
a nosotros, así como siempre ha hecho a aquellos quienes toman refugio en él.”
Trad. por Caesar Arevalo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario