LA AUTORIDAD DE LA LEY EN LA TEOLOGIA
DE LOS PURITANOS (1)
El estudio de los Puritanos, su vida y teología es una de los proyectos
más sublimes y desafiantes en la vida del teólogo Reformado. Y lo debe ser para
cada cristiano. Un estudio de la teología Cristiana es incompleta sin el
estudio de la teología Reformada Puritana. El adjetivo “reformada” califica al
Puritanismo ortodoxo y lo separa de otros grupos que niegan las doctrinas
fundamentales del Cristianismo Histórico. Calvino ni siquiera se imaginó que
sus escritos y teología darían nacimiento a un grupo especial de teólogos
precisionistas llamados burlescamente por sus enemigos, “Puritanos.”
En este extracto sacado del libro “The Grace of Law” (La gracia de la
ley) escrito por el principal del Colegio Bíblico de Londres, Ernest F Kevan,
veremos como la ley tenía un lugar importantísimo en la vida y teología de los
Puritanos. Ellos combatieron en forma unida y agresiva al “antinomianismo” que
estaba fuerte en el tiempo de la Asamblea de Westminster y que pregonaba con
fuerza el rechazo a la ley de Dios.
La autoridad de las Escrituras
Un principio fundamental del Puritanismo fue el reconocimiento de la
autoridad exclusiva de la Escritura para todas las cosas, un reconocimiento el
cual, en turno, atrajo mucha atención al significado de la ley de Dios. Las
corrupciones eclesiásticas del entonces llevaron a los Puritanos a afirmar que
nada debería ser tolerado en la iglesia que no fue autorizado por las Sagradas
Escrituras. Cuando los Puritanos declinaron el conformarse al acuerdo político
de la reina Elizabeth o el consentir a otros compromisos eclesiásticos, ellos
fundamentaron su rechazo solamente en la Ley que ellos encontraron en la
Escritura. Este reconocimiento de la autoridad de la ley de Dios afectó la
actitud de los Puritanos a la ley civil: ¿Hasta dónde puede el Cristiano obedecer
al Magistrado? ¿Qué debería de hacer el Cristiano cuando la ley de la nación
parece estar en conflicto con la ley de Dios? los Puritanos afirmaron que
ningún rey o magistrado podría mandar sus consciencias, pero ellos también
estaban de acuerdo que era normalmente legitimo el obedecer las leyes humanas
por respeto a aquellos que son de Dios, y por la misma razón es, a veces,
legitimo el desobedecerlos. Pero, como maestros de teología práctica, la
principal preocupación de los Puritanos fue la relación de la ley moral con la
gracia salvadora de Dios y la vida subsecuente del creyente.”
El lugar ocupado por la ley moral de Dios se puede observar en cada
departamento de la teología Puritana, y particularmente en sus escritos
teológicos. El pecado es la transgresión de la ley, la muerte de Cristo es la
satisfacción de la ley, la justificación es el veredicto de la ley, y la
santificación es el cumplimiento de la ley por el creyente. Es justamente en
este aspecto de la santificación que la convicción Puritana acerca de la ley
asumen su significado especial, y uno de los temas más debatidos si la Ley
todavía posee la autoridad de mandar sobre el creyente. La mayoría de los Puritanos respondieron esta
pregunta afirmativamente. Y no es exageración el decir que la autoridad de la
Ley como el principio de vida del creyente fue central a la distinción Puritana
del concepto de la experiencia Cristiana."
Caesar Arevalo
FUENTE: Kevan, E, F “The Grace and Law: An Study in
Puritan Theology” pg. 21 22
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