La Confesión de Fe
francesa (1559) o Confesión de La Rochelle o Confesión de Fe gala o La Rochelle
Confesión de Fe es una confesión de fe reformada. Fue escrita dos años que la segunda
Confesión Helvética.
Bajo los auspicios de la iglesia en Ginebra, se organizó una iglesia en París en 1555 con una organización formal y servicios regulares. Poco después de otras iglesias surgieron en otras partes de Francia. Su historia comienza con la declaración de fe enviada por las iglesias reformadas de Francia a Juan Calvino en 1557 durante un período de persecución. Trabajando a partir de este, y probablemente con la ayuda de Teodoro de Beza y Pierre Viret, Calvin y su discípulo De Chandieu escribieron una confesión de fe en la forma de treinta y cinco artículos. Cuando la persecución disminuyó, veinte delegados en representación de setenta y dos iglesias se reunieron en secreto en París, del 23 a 27 mayo 1559. Con François de Morel como moderador, los hermanos produjeron una Constitución de la disciplina eclesiástica y una confesión de fe: treinta y cinco artículos de Calvino fueron todos utilizado en la confesión, además de los dos primeros que se expandió a seis.
Los dos últimos artículos
39 y 40 hablan del magistrado y sus funciones. En ellos vemos que los mismos
principios Reformados de otras confesiones, que el gobierno es establecido por
Dios, y que esa autoridad es santa y legítima.
Esta idea de que la autoridad del gobierno es “santa y legitima” parte de las
Escrituras y es contraria a las modernas teorías políticas Kantianas,
Lockianas, Russelianas, Hobbianas. Etc. Todas estas que forman la base de las
modernos sistemas de gobierno, democrático, liberal, socialista, y comunista.
Aunque unas son mejores que otras en términos de libertad social, política y económica,
el problema radica en que cada una de ellas parte de principios filosóficos humanistas,
y aun cuando se menciona a Dios, es de una base deísta totalmente ajeno a las
Escrituras.¿Poqué es legítima y santa? porque es establecida y originada en Dios.
Que su función es
hacer justicia de acuerdo a la ley de Dios y castigar a los criminales en base
a la primera y segunda tabla de la ley de Dios. Que por el hecho de que ellos
son puestos por Dios se les debe respeto y honra, (aun en el caso que sea incrédulo)
siempre y cuando no sea convierta en un tirano con el propósito de destruir el
imperio de Dios, es decir la Iglesia. La confesión también hace mención de los
Anabaptistas aunque no los nombra pero describe sus acciones anti gobierno y
anti autoridad.
En 1560, la confesión se presentó a Francisco II con un prefacio que solicita que la persecución debe cesar. La confesión fue confirmada en el séptimo sínodo nacional de las iglesias Francesas Reformadas de La Rochelle en 1571, y reconocida por los sínodos Alemanes en Wesel en 1568 y Emden en 1571.
En 1560, la confesión se presentó a Francisco II con un prefacio que solicita que la persecución debe cesar. La confesión fue confirmada en el séptimo sínodo nacional de las iglesias Francesas Reformadas de La Rochelle en 1571, y reconocida por los sínodos Alemanes en Wesel en 1568 y Emden en 1571.
Leamos los dos últimos artículos:
"XXIX. Creemos que Dios desea tener el
mundo gobernado por leyes y magistrados, para que alguna restricción pueda
haber sobre los apetitos desordenados. Y así, El ha establecido reinos,
republicas, y toda clase de principalidades, ya sea hereditarios o de otra
forma, y todo lo que pertenece a un justo gobierno y desea ser considerado como
Su Autor, así que él ha puesto la espada en las manos del magistrado para
suprimir los crímenes en contra la primera tabla así como de la segunda tabla
de los Mandamientos de Dios. Debemos por lo tanto, a causa del, no solamente
someternos a ellos como superiores, pero honrarlos y mantenerlos en toda
reverencia como sus tenientes y oficiales…a quien El ha comisionado a ejercitar
una autoridad legítima y santa.
Creemos entonces
que debemos obedecer sus leyes y estatutos, pagar impuestos, y otros deberes, y
llevar el yugo de sujeción con una buena y libre voluntad, aun si ellos son incrédulos,
con tal que el imperio soberano de Dios se mantenga intacto. De allí que
detestamos todos aquellos que rechazan la autoridad, para establecer una
comunidad y confusión de propiedad, y derrocar el orden de justicia.
Confession de Fe, hecha de acuerdo por el pueblo
Frances. Quien desea
vivir de acuerdo a la pureza del Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. (1559)"
Por Caesar Arevalo
Por Caesar Arevalo
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