LA VERDAD

Este sitio es acerca la teología reformada tal como fue enseñada por los grandes e influyentes reformadores del siglo 16. El trabajo de ellos cambió la forma de ver el Cristianismo en términos de teología y liturgia. Fueron ellos que viendo la corrupción en la existente iglesia Católica desearon reformarla de acuerdo a Escritura, trayendo consigo la mas grande revolución religiosa y social que la historia de la iglesia haya sido testigo. Su legado sigue hoy en este siglo, y su influencia cambió Europa y dio nacimiento a los Estados Unidos de América.

domingo, marzo 08, 2015

JUAN 10:30: JESUS, SU PERSONALIDAD Y DIVINIDAD






INTRODUCCION

La herejía unicitaria que enseña que Jesús y el Padre son de la misma identidad y que solo se revelan en diferente "modalidad" (de allí la denominación "Modalismo") es contraria a la evidencia Escritural, la sana doctrina y la teología ortodoxa de la Iglesia histórica. Otro pasaje que ellos usan para respaldar su herejía es Juan 10:30 (curiosamente este mismo pasaje es usado por la secta de los "Testigos de Jehová" para enseñar lo opuesto). 
Lamentablemente, muchos dentro del evangelicalismo caen víctimas de las herejías de esta secta. Veamos si la evidencia léxico-gramatical apoya el punto de vista de ellos.

Yo y el Padre uno somos. (Juan 10:30)

MORFOLOGIA, PRONUNCIACION Y TRADUCCION


ἐγὼ  καὶ       πατὴρ  ἕν   ἐσμεν  

ego   kai   ho  patre  en   esmen

Yo    y    el  Padre  uno  somos.


Este pasaje es el más citado por los Unicitarios para demostrar, según su errónea hermenéutica, que Jesús y el Padre son “lo mismo.” Sin embargo, según la interpretación (eisegesis)de los Unicitarios de este pasaje sería muy extraño al entendimiento Judío del primer siglo dentro del contexto Bíblico del pasaje y la historia.  El argumento simplista y completamente erróneo de los unicitarios es “ya que Jesús dijo que él y el padre son uno, entonces son la misma persona.” El uso de este texto para atacar la personalidad del Hijo, no es nuevo, pues ha sido usado por muchos grupos heréticos para infiltrar sus herejías en la iglesia. 


EXEGESIS

El contexto inmediato es importantísimo para entender esta oración de Jesús:

Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,  y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.  Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre (vv 27-29).


Jesús está hablando de la preservación de SUS ovejas, las cuales fueron dadas por SU Padre a Él. En respuesta a la pregunta que esto generaría en la mente de su audiencia en cuanto a cómo es esto posible, él responde: “Yo y el Padre somos uno.”  ¿Entienden la secuencia? Parafraseando a Jesús, el básicamente está diciendo: “La razón por la cual ninguna de mis ovejas -que fueron dadas a mi por mi Padre- se perderán, es porque yo y El somos uno en poder y esencia.” 

AD, Carson dice lo siguiente: “Los Judíos entendieron que Jesús estaba hablando blasfemia porque él dijo ser Dios. Sin embargo ellos estuvieron equivocados pues ellos vieron a Jesús como “otro” Dios, un Dios compitiendo. Sin embargo, ellos entendieron bien en concluir que Dios pudo hacer, no solo lo que el Padre le dijo que haga, sino también TODO lo que el Padre hizo (5:19). El énfasis en este versículo entonces es el fundamento del verso anterior, que Jesús y el Padre tienen un compromiso común, el cual es que proteger ambos a lo que ellos poseen en común.  Por consiguiente, la respuesta de Jesús, no solo provee la prueba de su divinidad, pero también la segura preservación de sus ovejas de “nadie las arrebatará de su mano.” (la salvación no se pierde).[1] 

Analizando mas detalladamente, exegéticamente en el original Griego la estructura gramatical destruye la conclusión unicitaria y revela el verdadero significado Bíblico.

Primeramente, como hemos visto en la morfología, la construcción morfológica y gramatical de esta frase en Griego dice literalmente: 
Yo y el Padre uno somos.”   

Ahora, observe cuidadosamente, el verbo en la oración, el cual es esmen esta en la primera persona, plural, presente activo indicativo. Esto quiere decir que al usar el verbo plural “esmen,” Jesús está indicado que él es una persona diferente al Padre, y no la misma persona, como los unicitarios dicen.


Cuando esta herejía “modalista” apareció en el siglo 3, el obispo y apologista Hipólito (170-235) respondió a los primeros heréticos que usaban Juan 10:30 de la siguiente manera:


“…se debe de entender que Cristo no dijo: ‘..Yo y el Padre es uno..”, pero más bien dijo “yo y el Padre somos uno” pues el uso de la palabra “somos” no se dice de una persona, pero se refiere a dos personas, y a un poder.”


Además, otro factor gramatical que se debe de tomar en cuenta es el uso de la palabra “en” (adjetivo, nominativo, singular neutro). “en” como neutro, lleva la idea de unidad de esencia (divinidad) y no absoluta identidad. Si en la mente de Jesús estuvo la idea que él era el Padre, y si los escritores del Nuevo Testamento lo entendieron así, entonces ellos hubieran usado el adjetivo masculino “eis.” ¿Por qué es esta diferencia importante? Dejemos que el respetado exegeta en Griego, Robertson nos los explique: 


“La palabra en ( neutro) no se refiere a persona, pero más bien a uno en esencia o naturaleza.”


Por lo tanto, la presuposición de los unicitarios referente a Juan 10:30 es rápidamente refutada por la correcta interpretación gramatical del pasaje, es decir, que el plural esmen y el adjetivo neutral en son utilizados en vez del masculino eis. En realidad Juan 10:30 contradice la teología unicitaria. 


IMPLICACIONES TEOLÓGICAS


Juan 10:30 nos enseña: 1) la economía de la Trinidad ( de revelación) apunta a la Trinidad ontológica (de esencia). 2) que los judíos entendieron esta expresión ontológica y por lo tanto acusaron a Jesús de blasfemia en contra de Dios. 3) Que Cristo no les corrigió su concepción ontológica acerca de Su palabra, sino más bien estuvo a favor que ellos pensaran así, y lo confirmó, vea v. 38.[2]

Además, la evidencia léxico-gramatical, como ya se afirmo más arriba, que Jesús y el Padre son distintos en personalidad, y no una personalidad como alega los unicitarios; es decir ni Jesús es el Padre, ni el Padre es Jesús. Que Jesús y el Padre, aunque no son uno en identidad, son uno en poder y esencia, esto explica la actitud de los Judíos en el versículo 31, “ Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearlo.

Por Caesar Arevalo 



[1] Carson, D. A. (1991). The Gospel according to John (p. 395). Leicester, England; Grand Rapids, MI: Inter-Varsity Press; W.B. Eerdmans.


[2] Lange, J. P., & Schaff, P. (2008). A commentary on the Holy Scriptures: John (p. 332). Bellingham, WA: Logos Bible Software.

No hay comentarios: