INTRODUCCION
Lamentablemente, muchos dentro del evangelicalismo caen víctimas de las herejías de esta secta. Veamos si la evidencia léxico-gramatical apoya el punto de vista de ellos.
Yo y el Padre uno somos. (Juan 10:30)
MORFOLOGIA, PRONUNCIACION Y TRADUCCION
ἐγὼ καὶ ὁ πατὴρ ἕν ἐσμεν
ego kai ho patre
en esmen
Yo y el Padre uno
somos.
Este pasaje es el más citado por los Unicitarios para
demostrar, según su errónea hermenéutica, que Jesús y el Padre son “lo mismo.”
Sin embargo, según la interpretación (eisegesis)de los Unicitarios de este
pasaje sería muy extraño al entendimiento Judío del primer siglo dentro del
contexto Bíblico del pasaje y la historia. El argumento simplista y completamente erróneo
de los unicitarios es “ya que Jesús dijo que él y el padre son uno, entonces
son la misma persona.” El uso de este texto para atacar la personalidad del
Hijo, no es nuevo, pues ha sido usado por muchos grupos heréticos para
infiltrar sus herejías en la iglesia.
EXEGESIS
El contexto inmediato es importantísimo para entender
esta oración de Jesús:
Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y
yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi
mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y
nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre (vv 27-29).
Jesús está hablando de la preservación de SUS ovejas,
las cuales fueron dadas por SU Padre a Él. En respuesta a la pregunta que esto generaría
en la mente de su audiencia en cuanto a cómo es esto posible, él responde: “Yo
y el Padre somos uno.” ¿Entienden la
secuencia? Parafraseando a Jesús, el básicamente está diciendo: “La razón por la cual ninguna de mis
ovejas -que fueron dadas a mi por mi Padre- se perderán, es porque yo y El somos
uno en poder y esencia.”
AD, Carson dice lo siguiente: “Los Judíos entendieron que Jesús estaba hablando blasfemia porque él dijo ser Dios. Sin embargo ellos estuvieron equivocados pues ellos vieron a Jesús como “otro” Dios, un Dios compitiendo. Sin embargo, ellos entendieron bien en concluir que Dios pudo hacer, no solo lo que el Padre le dijo que haga, sino también TODO lo que el Padre hizo (5:19). El énfasis en este versículo entonces es el fundamento del verso anterior, que Jesús y el Padre tienen un compromiso común, el cual es que proteger ambos a lo que ellos poseen en común. Por consiguiente, la respuesta de Jesús, no solo provee la prueba de su divinidad, pero también la segura preservación de sus ovejas de “nadie las arrebatará de su mano.” (la salvación no se pierde).[1]
Analizando mas detalladamente, exegéticamente en el original Griego la estructura gramatical destruye la conclusión unicitaria y revela el verdadero significado Bíblico.
AD, Carson dice lo siguiente: “Los Judíos entendieron que Jesús estaba hablando blasfemia porque él dijo ser Dios. Sin embargo ellos estuvieron equivocados pues ellos vieron a Jesús como “otro” Dios, un Dios compitiendo. Sin embargo, ellos entendieron bien en concluir que Dios pudo hacer, no solo lo que el Padre le dijo que haga, sino también TODO lo que el Padre hizo (5:19). El énfasis en este versículo entonces es el fundamento del verso anterior, que Jesús y el Padre tienen un compromiso común, el cual es que proteger ambos a lo que ellos poseen en común. Por consiguiente, la respuesta de Jesús, no solo provee la prueba de su divinidad, pero también la segura preservación de sus ovejas de “nadie las arrebatará de su mano.” (la salvación no se pierde).[1]
Analizando mas detalladamente, exegéticamente en el original Griego la estructura gramatical destruye la conclusión unicitaria y revela el verdadero significado Bíblico.
Primeramente, como hemos visto en la morfología, la construcción
morfológica y gramatical de esta frase en Griego dice literalmente:
“Yo y el Padre uno somos.”
Ahora, observe cuidadosamente, el verbo en la
oración, el cual es esmen esta en la
primera persona, plural, presente activo indicativo. Esto quiere decir que al
usar el verbo plural “esmen,” Jesús está
indicado que él es una persona diferente al Padre, y no la misma persona, como
los unicitarios dicen.
Cuando esta herejía “modalista” apareció en el siglo
3, el obispo y apologista Hipólito (170-235) respondió a los primeros heréticos
que usaban Juan 10:30 de la siguiente manera:
“…se debe de entender que Cristo no dijo: ‘..Yo y el
Padre es uno..”, pero más bien dijo “yo y el Padre somos uno” pues el uso de la
palabra “somos” no se dice de una persona, pero se refiere a dos personas, y a
un poder.”
Además, otro factor gramatical que se debe de tomar en cuenta es el uso
de la palabra “en” (adjetivo,
nominativo, singular neutro). “en”
como neutro, lleva la idea de unidad de esencia (divinidad) y no absoluta
identidad. Si en la mente de Jesús estuvo la idea que él era el Padre, y si los
escritores del Nuevo Testamento lo entendieron así, entonces ellos hubieran usado
el adjetivo masculino “eis.” ¿Por qué
es esta diferencia importante? Dejemos que el respetado exegeta en Griego,
Robertson nos los explique:
“La palabra en
( neutro) no se refiere a persona, pero más bien a uno en esencia o
naturaleza.”
Por lo tanto, la presuposición de los unicitarios referente a Juan 10:30
es rápidamente refutada por la correcta interpretación gramatical del pasaje,
es decir, que el plural esmen y el adjetivo
neutral en son utilizados en vez del
masculino eis. En realidad Juan 10:30 contradice la teología unicitaria.
IMPLICACIONES TEOLÓGICAS
Juan 10:30 nos enseña: 1) la economía de la Trinidad ( de revelación)
apunta a la Trinidad ontológica (de esencia). 2) que los judíos entendieron
esta expresión ontológica y por lo tanto acusaron a Jesús de blasfemia en
contra de Dios. 3) Que Cristo no les corrigió su concepción ontológica acerca
de Su palabra, sino más bien estuvo a favor que ellos pensaran así, y lo
confirmó, vea v. 38.[2]
Además, la evidencia léxico-gramatical, como ya se afirmo más arriba,
que Jesús y el Padre son distintos en personalidad, y no una personalidad como
alega los unicitarios; es decir ni Jesús es el Padre, ni el Padre es Jesús. Que
Jesús y el Padre, aunque no son uno en identidad, son uno en poder y esencia, esto explica la actitud de los Judíos en el versículo 31, “ Entonces
los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearlo.”
Por Caesar Arevalo
Por Caesar Arevalo
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