El
30 de Agosto de 1639, la Asamblea General Escocesa reunida en Edimburgo se
suscribieron a lo que se conoce dentro de la Reforma Presbiteriana como el
Pacto Nacional. Este evento marcó la máxima aplicación de los principios
de un sistema teórico doctrinal en algo real y práctico aplicado a la Iglesia y
al Estado. Una verdadera Reforma según los historiadores. Esto es precisamente
el objetivo de la Reforma (no se basaron en una teología de “cinco puntos
Calvinistas”), que la iglesia y el
Estado estén bajo el gobierno Mediador de Jesucristo lo cual se traduce en la
observancia completa de las Escrituras y el rechazo de toda forma de idolatría
y adoración falsa en la sociedad. El concepto
humanista de “libertad religiosa” fue rechazado por los Pactantes
(Presbiterianos Reformados) porque es imposible dar libertad a otras falsas
religiosas, pues solo existe una sola fe verdadera, la cual no puede convivir
con las falsas creencias, idolatrías, que son abominación para Dios y una
maldición para la nación.
Un
análisis de la introducción del Pacto Nacional nos ayudara a entender más su
verdadero carácter total Reformador. La Asamblea General entendió que la fuente
para la gran felicidad viene de la completa y perfecta unión de la Kirk
[Iglesia] y Estado al unirse en un solo y mismo Pacto con Dios, con los reyes y
entre los miembros de la iglesia. La
frase “completa y perfecta unión” no implica que la Estado se entremete en los
asuntos de la iglesia o/y que la Iglesia se mete en los asuntos del Estado. Más
bien se refiere a cada uno cumple su función dada por Dios en la tierra
separadamente, pero que están unidos en una pacto nacional, ambos avanzan y
defienden el verdadero evangelio, o “Verdadera religión” (como los Pactantes se
referían al gobierno y doctrina Presbiteriano). El pacto significaba un
testimonio público y nacional de la fidelidad a Dios y al rey. Lo cual afirma
su carácter de apoyar al magistrado como ministro de Dios para el bien de la
Iglesia.
El Pacto
Nacional también censura a todos aquellos, grupos, instituciones o individuos
que apoyan o simpatizan con el papado, o cualquier otro error (léase herejías,
sectas, cultos, o creencia que va en contra de la única fe verdadera). La
Asamblea General también no solo censuro a cualquier creencia contraria a la
verdadera fe, pero declaro ilegal al Papismo y cualquier otra creencia
herética. El carácter del pacto es perpetuo para todas las generaciones. La ratificación
de este pacto debería ser para la gloria de Dios, el honor de la majestad
(presidentes, ministros de estado, etc.) y la perfecta paz de la iglesia y el
reino (país).
PUNTOS DE PROTESTA:
“A tal confesión y forma de religión [Presbiteriana] de buena voluntad
estamos de acuerdo en nuestras conciencias en todos los puntos, como la
indudable verdadera verdad de Dios, fundamentada sobre su Palabra Escrita, y
por eso aborrecemos y detestamos toda religión y doctrina contraria, pero
principalmente toda clase de papismo en general y principios en particular, así
como ahora son condenadas y refutadas por la Palabra de Dios y la Iglesia de
Escocia. Pero en especial nosotros detestamos y rechazamos la autoridad
usurpada de ese Anticristo Romano sobre las Escrituras de Dios, sobre la Kirk
(iglesia), el civil magistrado, y las conciencias de los hombres:
-Todas sus leyes tiránicas hechas sobre cosas
indiferentes en contra de nuestra libertad cristiana;
-Su doctrina errónea en contra de la suficiencia de la Palabra escrita, la perfección de la ley, la oficina de Cristo y su bendito Evangelio;
-Su doctrina corrupta de pecado original, nuestra incapacidad natural y rebelión a la ley de Dios, nuestra justificación por la fe solamente, nuestra santificación imperfecta y la obediencia a la ley; la naturaleza, el número y uso de los santos sacramentos;
-Sus cinco sacramentos bastardos, con todos sus ritos, ceremonias, y falsa doctrina, añadida a la ministración de los verdaderos sacramentos, sin la Palabra de Dios;
-Sus juicios crueles contra los niños que mueren sin el sacramento;
-Su necesidad absoluta del bautismo; su opinión blasfema de la transubstanciación o presencia real del cuerpo de Cristo en los elementos, y la recepción de la misma por los malvados, o los cuerpos de los hombres; sus dispensaciones, con juramentos solemnes, perjurios, y grados de matrimonio, prohibidos en la Palabra;
-su crueldad contra los inocentes divorciado;
-Su misa diabólica;
-Su sacerdocio blasfemo;
-Su sacrificio profano por los pecados de los muertos y los vivos;
-Su canonización de hombres, pidiendo a los ángeles o santos difuntos, adoración de imágenes, reliquias y cruces;
-Sus dedicaciones de las iglesias, altares, días, voto a las criaturas; su purgatorio, oraciones por los muertos, orar o hablar en un idioma extraño;
-Con sus procesiones y blasfemas letanías, y multitud de abogados o mediadores; sus órdenes múltiples, la confesión auricular;
-Su arrepentimiento desesperado e incierto;
-Su fe general y dudosa;
-Sus satisfacciones de los hombres por sus pecados;
-Su justificación por las obras, operatum opus, obras de supererogación, méritos, indultos, peregrinaciones y estaciones; su agua bendita, bautizándolos de las campanas, la evocación de los espíritus, cruzando, la unción, la evocación, la santificación de las buenas criaturas de Dios, con la opinión supersticiosa junto con esas prácticas;
-Su monarquía mundana y perversa jerarquía;
-Sus tres votos solemnes, con todas sus formas de diversos tipos; sus decretos erróneos y sangrientos hechos en Trento, con todos los suscriptores y aprobadores de esa banda cruel y sangrienta conjurado contra el Kirk [iglesia] de Dios.
-Y, por último, detestamos todas sus vanas alegorías, ritos, signos y tradiciones, traídas en el Kirk sin o en contra de la Palabra de Dios, y en contra de la doctrina de este verdadero Kirk Reformado.
-Su doctrina errónea en contra de la suficiencia de la Palabra escrita, la perfección de la ley, la oficina de Cristo y su bendito Evangelio;
-Su doctrina corrupta de pecado original, nuestra incapacidad natural y rebelión a la ley de Dios, nuestra justificación por la fe solamente, nuestra santificación imperfecta y la obediencia a la ley; la naturaleza, el número y uso de los santos sacramentos;
-Sus cinco sacramentos bastardos, con todos sus ritos, ceremonias, y falsa doctrina, añadida a la ministración de los verdaderos sacramentos, sin la Palabra de Dios;
-Sus juicios crueles contra los niños que mueren sin el sacramento;
-Su necesidad absoluta del bautismo; su opinión blasfema de la transubstanciación o presencia real del cuerpo de Cristo en los elementos, y la recepción de la misma por los malvados, o los cuerpos de los hombres; sus dispensaciones, con juramentos solemnes, perjurios, y grados de matrimonio, prohibidos en la Palabra;
-su crueldad contra los inocentes divorciado;
-Su misa diabólica;
-Su sacerdocio blasfemo;
-Su sacrificio profano por los pecados de los muertos y los vivos;
-Su canonización de hombres, pidiendo a los ángeles o santos difuntos, adoración de imágenes, reliquias y cruces;
-Sus dedicaciones de las iglesias, altares, días, voto a las criaturas; su purgatorio, oraciones por los muertos, orar o hablar en un idioma extraño;
-Con sus procesiones y blasfemas letanías, y multitud de abogados o mediadores; sus órdenes múltiples, la confesión auricular;
-Su arrepentimiento desesperado e incierto;
-Su fe general y dudosa;
-Sus satisfacciones de los hombres por sus pecados;
-Su justificación por las obras, operatum opus, obras de supererogación, méritos, indultos, peregrinaciones y estaciones; su agua bendita, bautizándolos de las campanas, la evocación de los espíritus, cruzando, la unción, la evocación, la santificación de las buenas criaturas de Dios, con la opinión supersticiosa junto con esas prácticas;
-Su monarquía mundana y perversa jerarquía;
-Sus tres votos solemnes, con todas sus formas de diversos tipos; sus decretos erróneos y sangrientos hechos en Trento, con todos los suscriptores y aprobadores de esa banda cruel y sangrienta conjurado contra el Kirk [iglesia] de Dios.
-Y, por último, detestamos todas sus vanas alegorías, ritos, signos y tradiciones, traídas en el Kirk sin o en contra de la Palabra de Dios, y en contra de la doctrina de este verdadero Kirk Reformado.
A lo que nos unimos voluntariamente, en la doctrina, la religión, la fe, la disciplina, y la vida de los santos sacramentos, como miembros vivos de la misma, en Cristo nuestra cabeza, prometemos y juramos, por el gran nombre del Señor nuestro Dios, que vamos a seguir en la obediencia de la doctrina y la disciplina de esta Kirk, y defenderemos la misma de acuerdo a nuestra vocación y el poder todos los días de nuestra vida, bajo las penas contenidas en la ley, y el peligro tanto de cuerpo y alma en el día del juicio terrible de Dios. (Pacto Nacional de Escocia, 1639).
CONCLUSION
Los males sociales
que vemos en nuestros países: aborto, homosexualidad rampante, rechazo la ley
de Dios, a Cristo, su evangelio, la Biblia, la familia, y el fomento de una
educación humanista, atea, anti-Cristiana, anti-Dios, anti-Biblia, y la
rampante corrupción política de líderes ignorantes de la causa de todos sus
males nacionales tienen su origen precisamente en el deliberado y abierto
rechazo a la ley de Dios. Así como los Presbiterianos Escoceses y la Asamblea
General hicieron un pacto nacional con Dios por toda su posteridad, prometiendo
reconocer su Palabra como la única norma de fe y practica, y desterrar todas
aquellas creencias y practicas opuestas a la Palabra de Dios, así también las
naciones y líderes están obligados a reconocer a Cristo como el único Señor y
Rey sobre el estado y nación.
Cualquiera que toma
en serio la ley de Dios debe de reconocer la necesidad del reforzamiento civil
de las violaciones externas de la primera tabla de la ley referente a la herejía,
idolatría, blasfemia, y profanar el Dos de reposo. Por lo tanto el magistrado
Civil es un delegado del Mesías, y no la fuente de la ley, pues la ley esta
revelada en las Escrituras. Esta posición demanda que las naciones sean
Cristianas y que apliquen explícitamente leyes Cristianas, como son dadas en
las Escrituras. Esta es la posición Reformada de muchos Puritanos y de los
credos y confesiones como la confesión de Westminster.
Como lo explica George Gillespie, (Pactante Presbiteriano Escocés, y
miembro de la Asamblea de Westminster) quien en su pesada y voluminosa obra teológica presbiteriana Reformada socio-política
religiosa, “la
Severidad Sana familiarizada con la Libertad Cristiana” nos ilustra y explica
la razón por la cual la idea filosófica de la “libertad de conciencia” es
contraria al principio Escritural del reconocimiento de Dios, y la aplicación de
su Ley parte del Estado en la sociedad. Aunque la obra tiene como contexto
religioso el Catolicismo papal, también se aplica a nuestra sociedad en donde
sus prácticas y filosofías humanistas justifican tal acción.
De allí que, ellos gritan por tolerancia y libertad de conciencia…así
la libertad de conciencia es una sana palabra y conversación entre la clase
menos discernientes de los píos, los nuevos que han salido de la casa de
servidumbre, fuera de la tiranía prelaticia y papal. Digo de la clase menos
discernientes, porque aquellos piadosos que tienen sus sentidos ejercitados
para discernir el bien y el mal saben que la libertad de la herejía no es parte
de la libertad de conciencia el cual Cristo ha comprado para nosotros a un
precio caro. ¿pero acaso no es esto un estar entre la espada y la pared para el
Magistrado? Seguro, pues por su parte se le dice que el está para castigar
cualquier violación de la paz y la justicia social, o alguna violación en
contra del Estado y en contra de la autoridad civil, pero sin embargo, no
ejercitar su poder en contra de cualquier hombre por herejía o sectarismo cismático,
puesto que estos últimos son materia de religión y conciencia.
Bajo estos colores justos
y pretextos atractivos los sectarios
hacen infundir su
veneno, me refiero a su perniciosa,
tolerancia que hace temblar al Estado, su desfiguración de la verdad, la
ruina de Iglesia y la provocación a Dios. La pregunta simple en Ingles es la siguiente:
si el Magistrado Cristiano
debe ser el guardián de las dos Mesas: si debe suprimir
sus propios enemigos, pero
no los enemigos de Dios; y preservar
sus propias ordenanzas,
pero no las ordenanzas de Cristo de ser violadas.
Ya sea que los perturbadores
de Israel puedan estar preocupados. Ya sea que los jabalíes y los
animales del bosque deben tener permiso para romper los
cercos de la viña del Señor;
y si lobos rapaces vestidos de ovejas deben ser permitidos conversar libremente
en el rebaño de Cristo. Ya sea
después de que el diablo negro de la idolatría
y la tiranía este bajo nuestros pies,
el diablo blanco de
la herejía y el cisma, con el
nombre de tiernas conciencias, debe
ser admitido a caminar de arriba y abajo entre nosotros. Si no sólo los hombres piadosos y pacíficos, (a
quien yo nunca consentiría a perseguir) sino también los que son
como una peste o
una gangrena en el cuerpo de Cristo, hombres corruptos de entendimiento
y espíritus turbulentos, que traen facciones después de ellos, y
violan en Israel, se resisten a la verdad y a la Reforma de la religión, se extienden en todas las formas en que pueden sus errores perniciosos,
y por ningún otro
medio pueden ser reducidos; si ellos también
deben ser evitados y dejados solos. Me he
esforzado en este siguiente
discurso reivindicar lo legal, sí
el necesario uso legal del poder coercitivo del Magistrado Cristiano en la represión y el castigo de los herejes y sectarios, según el
grado de su delito y del peligro que la Iglesia exige. (“Al
lector Cristiano y Cortes” de la obra la Severidad Sana familiarizada con la
Libertad Cristiana” por George Gillespie; Dec. 16, 1644).
Esto solo es posible por un compromiso entre Iglesia y Estado en un pacto nacional. Y es la ausencia y no entendimiento de esto es la causa por la cual el moderno evangelicalismo moderno es incapaz e impotente de cambiar a una nación para la gloria de Dios.
Caesar Arevalo
NOTA DEL TRADUCTOR: En Escocia se le llama a la Iglesia "Kirk" a diferencia de la iglesia Episcopal en Inglaterra.
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