¿Cuál era la posición
de Calvino en cuanto a la soberanía de Dios y la responsabilidad del hombre? En
su respuesta al apologista Católico Pighius, el cual escribió una crítica
fuerte a Lutero en cuanto a su libro “el cautiverio de la voluntad,” Calvino no
solo defiende a Lutero y a su tesis de que la voluntad del hombre no es libre
para hacer la voluntad de Dios y que esta esclavizada al pecado, sino que
expone lo que es la posición Reformada en cuanto a la soberanía de Dios y la
responsabilidad del hombre.
Calvino
rechazaba la errónea idea de que Dios es el autor del pecado, pero también al
mismo tiempo rechaza la idea de que Dios está fuera de las decisiones y
acciones del hombre. Calvino en su respuesta
a Pighius afirma que aunque el hombre es responsable ante Dios por sus
pecados e impiedades, Dios cumple su propósito el cual es inalterable a través de
ellos. A continuación cito el segundo argumento que Calvino presenta a favor de la soberania de Dios y la responsabilidad del hombre por sus propios pecados en contra del semi-pelagiano apologista Católico Pighius.
“El segundo argumento:
¿porque los crímenes son castigados por la ley si ellos son cometidos por
necesidad? ¿Por qué el juez pasa juicio sobre la persona por quien Dios ha
actuado? Porque si un asesinato ha sido cometido ningún castigo será cometido
sobre la espada [que fue usado por el crimen]. Pero los impíos, cuando ellos
cometen sus crímenes están, de acuerdo a Lutero, en la exacta misma posición en
la vista de Dios como está la espada en la mano de alguien. Yo respondo que
existe una respuesta a esta objeción [del argumento de arriba] si con una
humildad piadosa en vez de una arrogancia impía uno refleja sobre la forma en
que la divina providencia gobierna los asuntos humanos. Porque nosotros no
decimos que el impío peca de necesidad en tal forma que implicamos que ellos
pecan sin un perverso y deliberado mal intento. La necesidad viene del hecho
que Dios cumple su trabajo, el cual es seguro e inalterable a través de ellos. Al
mismo tiempo, sin embargo, la voluntad y propósito de hacer el mal el cual
habita dentro de ellos los hace responsable de censura. Pero se dice que ellos
son llevados a esto [asesinato, maldad] por Dios. En realidad, pero de tal forma que en un solo
hecho la acción de Dios es una cosa y la acción de ellos es otra. Pero su
intento de amontonar odio sobre Lutero por comparar al impío con una espada no
engaña a nadie y solo demuestra su descarada impudencia. Pues gratifican sus
deseos impíos y malvados, pero Dios convierte sus impiedades de tal manera para
ejecutar sus juicios…pues estas palabras son las del Espíritu Santo: “ ¡Ay de
Asiria, vara de mi ira ;” y además “¿Ha de enaltecerse el hacha sobre el que
corta con ella?” (Isa. 10:5, 15)
Comentario y traducción por Caesar Arevalo.
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