La teología del pacto sentó las bases para una teoría política que sostuvo que el Estado y toda la sociedad surgió como un contrato sobre la base del pacto eterno de Dios. Por lo tanto, la ley moral de Dios debe ser el fundamento de las leyes de una sociedad y el gobierno.
Los puritanos mantuvieron el pacto o teología "federalista" de que Dios opera a través de convenios o acuerdos legales vinculantes eternamente con los hombres. El Antiguo y Nuevo Testamento son la base de Dios para gobernar el universo. No hay división entre los Pactos. El nuevo pacto se basa firmemente en la fundación de la Antigua Alianza. Esto presupone que la Ley no cambia: "No penséis que he venido para abrogar la ley de los profetas, no he venido para abrogar, sino para cumplir" (Mateo 5:17). Dios no es un dispensacional, la evolución de Dios, Él es un Dios que nunca cambia: "Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos" (Hebreos 13:8).
La teología del Pacto está en marcado contraste con la noción moderna de antinomianismo. La teología Pactual o Federalismo comienza con la suposición de que el creyente ya no está condenado por la ley pero que se justifica por la fe. Pero a diferencia de antinomianismo ellos responde a la pregunta obvia: una vez que un hombre es salvo, se restauró a una posición de guardar la ley o no? ¡Sí! Aunque la ley no puede ayudar a un hombre hacer esto!
Dios envió a su Hijo en semejanza de carne de pecado ya causa del pecado, condenó al pecado en la carne, para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros (Romanos 8:4).
La obra de la cruz de la Nueva Alianza es la destrucción del "pecado en la carne". Una vez que la propensión al pecado sea destruido, el pecado se ha ido y la ley ya no nos condena. La ley no es todo para el creyente regenerado, pero para el no-creyente la ley revela su pecado. Sin embargo, esto no quiere decir que el Pacto de la Ley ha fallecido.
La Biblia nos enseña que la ley es eternamente vinculante como el estándar de la santificación, tanto para el individuo y la sociedad. Los Reformadores y los puritanos creyeron que la iglesia y el reino de Dios están sujeto a las leyes de Dios. A su vez, es el mandato de la iglesia para hacer avanzar el reino de Dios en la tierra. Esto incluye legislar la ley moral de Dios en las naciones. Este concepto se conoce como teonomía que significa literalmente: ". La ley de Dios"
La creencia de que las leyes morales del Antiguo Testamento siguen siendo vinculantes en la era del Nuevo Testamento. La ley de Dios es la norma para la vida personal, familiar, eclesial, y la justicia civil. Los gobiernos civiles están obligados a seguir las leyes morales descritos en la Biblia. Las leyes morales, tales como los Diez Mandamientos y las leyes de casos, siguen siendo las normas éticas que rigen para los individuos y la sociedad.
Los gobiernos civiles están obligados a seguir las leyes morales de Dios. Si no es así, entonces los cristianos no tienen estándares reales para influir en la legislación. No hay otra norma, además de la ley moral de Dios para llevar a cabo la reforma de América, salvo si el pluralismo democrático: Lo que la mayoría piensa que es correcto en su propio eyes.
El pluralismo democrático nos ha llevado a la situación confusión política. La propia ley es santa y buena, pero no puede hacer a nadie, Judio o gentil, santo o espiritual. Mientras el hombre es carnal, la ley le lleva a la muerte. Es sólo por la gracia de que cumplimos la ley. Por otra parte, ningún sistema de ley nunca puede santificar la sociedad. Sin embargo, cuando las leyes de la sociedad se basan en las leyes de Dios, pueden servir para enseñar a toda una civilización sobre el carácter de Dios y llevar a algunos a la salvación. La ley moral de Dios sirve como el estándar de la santificación.
Lo que experimentamos como nación en los próximos años dependerá en gran medida de la obediencia de la Iglesia a la Palabra de Dios. Esto dependerá de los evangélicos que hagan necesario el cambio del paradigma hacia una vibrante y robusta fe Evangelica Reformada
"¿Quién sabe si usted está llamado en el reino para un momento como este?" (Ester 4:14).
Caesar Arevalo
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