El
Pacto de Gracia es el desbordamiento del Pacto de Redención en el tiempo
después de la caída. Adán fracasó miserablemente como la cabeza federal en
Génesis 3, y así Dios actúa por primera vez en forma de gracia hacia la
humanidad. Y es tan importante que usted entienda que estrictamente hablando
aquí, que la gracia no existe donde no hay pecado. Lea con mucha claridad.
Vamos a clavar esta casa una y otra vez: No hay tal cosa como la gracia, donde
no hay pecado. El pecado es siempre anterior a la gracia. Podemos decir que
Dios ama y que Él era bueno cuando entro en la relación de pacto con Adán en el
Jardín. Pero estrictamente hablando, Adán no estaba relacionado en la base a la
gracia, porque la gracia supone la bendición de Dios a pesar de demérito. Y no
había ningún demérito en Adán. No hubo demérito de superar. No había ningún
abismo del pecado entre Dios y Adán fue creado originalmente. La gracia viene
cuiando el demérito haya entrado en la escena.
Pregunta: "¿Se puede
llamar el Pacto de Obras, una relación iniciada por Dios?"
Pero
es tan importante para nosotros reconocer que la gracia no es operativa en esa
relación en primer lugar, porque Dios no nos da a Jesús como nuestro Mediador
por el vehículo de la gracia. Jesús nos gana por su muerte. El vocabulario de
la redención, es el vocabulario del mercado. Cuando usted dice la frase:
"Jesús me redimió," podríamos traducir como, “Jesús fue al mercado y me
compro." Ahora que le da un enfoque
completamente diferente en él. Cristo no os es dado por la gracia. El Padre no
le da al Hijo por la gracia. Él le da al Hijo, porque el Hijo os ha ganado, o
sea nos ha comprado. Él le ha comprado. El le ha adquirido. Usted ve todo el
propósito del lenguaje que se emplea es para hacerle comprender cuán absolutamente segura es su
salvación.
Ahora,
el pacto de gracia es esa alianza entre Dios y los elegidos, ya que están en
Cristo. Es el desbordamiento del Pacto de Redención en nuestra historia de la
humanidad después de la caída. Se inaugura en Génesis 3 con Adán, y sobre todo
en la palabra de maldición contra la serpiente en Génesis 3:15, y se expande en
el pacto con Noé. Esto se ve más claramente expuesto en el Antiguo Testamento
en el Pacto de Abraham. Sin embargo, se continúa en los pactos con Moisés y con
David. Está profetizado en su forma más plena en Jeremías en el Nuevo Pacto y,
por supuesto, se trata de la realización en el Nuevo Pacto en sí inaugurado por
Jesucristo.
El Dr. R. Scott Clark,
Profesor de Historia Eclesiastica e Historia de la Teologia del Seminario Westminster
en California dice lo siguiente:
“Usado en el sentido mas amplio, el
pacto de gracia no es sinonimo de eleccion de modo que todos los elegidos estan
en el pacto de gracia, pero no todos en el pacto de gracia son elegidos. Usado
en el sentido mas restringido, el pacto de gracia se refiere unicamente a los
elegidos. El Evangelio no es una promesa de eleccion sino una salvacion
soberana y llena de gracia del pecado cuya salvacion es recibida por medio de
la fe sola. Existen dos beneficios principales del pacto de gracia:
justificacion y santificacion, de las cuales la justificacion tiene prioridad
logica. El unico fundamento de la justificacion es el cumplimiento de la
condicion del pacto de obras por parte de Cristo en su obediencia activa y
pasiva. El unico objeto de la fe justificadora es Cristo, el Garante del
pacto de redencion para nosotros, y el cumplimiento del pacto de obras para
nosotros, y el Mediador del pacto de gracia para nosotros. El unico
instrumento y condicion de la justificacion del pacto de gracia es una fe
pasiva, extraspectiva y receptiva que confia en la capacidad de Cristo para
guardar el pacto de obras. Solamente los creyentes reciben los principales
beneficios del pacto. En la teologia Reformada el pacto de gracia es un
pacto Evangelico que tiene precisamente los mismos terminos y condiciones del
Evangelio. Se puede decir que la fe justificadora es la unica condicion o
instrumento apropiado del pacto de gracia. El pacto de gracia fue
inaugurado post-lapsum y ha de distinguirse en agudo contraste del pacto de
obras. El monopactismo o la negativa de distinguir entre el pacto de obras
y el pacto de gracia implica una confuson de la Ley y el Evangelio. El
eslogan "dentro por gracia, permanece dentro por las obras," es nada
menos que la herejia de los Galatas condenada por el Apostol Pablo.”
El
pacto de la gracia es tipificada por los tipos y sombras previos a la encarnacion ( 2 Corintios 1:20;
Juan 6:32; Hebreos 7-9)
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